1.¿En qué años fuiste Decana?
Fui decana desde Diciembre de 2012 a Diciembre de 2020. Dos legislaturas, creo que he sido la primera en tener dos mandatos consecutivos y completos.
2.¿Qué te llevó a presentarte a las elecciones a Decana?
No fue una decisión que yo hubiera contemplado nunca. En ese momento, era Directora del Departamento de Psicología Social, estaba ilusionada con hacer cosas diferentes y no estaba en mi mente dejar el Departamento. Creo que no llevaba ni dos años. En cierto modo, recibí varias peticiones desde la propia Facultad y fuera de ella y, después de darle muchas vueltas, me decidí a ello. No fue un proceso fácil. Antonio Maldonado fue sin duda mi principal impulsor, y también fue un gran apoyo junto a su grupo.
3.¿Cuáles dirían que fueron los principales desafíos de tu mandato?
Fue un mandato movidito porque estábamos acabando de implementar el Grado, nos tocó desarrollar el TFG y las Practicas Externas, … Desarrollamos una normativa que cada año teníamos que modificar, hasta conseguir encajar todo. No fue fácil porque había que conseguir recoger lo que la Facultad pedía y negociar con Vicerrectorado de docencia que no estaba siempre por la labor. No somos una facultad normal, nuestro TFG incluye una serie de créditos de metodología que había que organizar y reconocer tanto a nivel interno como externo, y eso era complejo. Pero tengo buenos recuerdos de los amplios debates que se sucedían en las Juntas, y lo mejor, de que fuimos capaces de llegar a un entendimiento.
En ese primer mandato también tuvimos que encajar todos los cambios efectivos que supuso el traslado de laboratorios de investigación al CIMCY, de dotarlos de recursos, de echarlo a andar. En lo referente al CIMCYC apoye en todo lo posible a Andrés Catena, como facultad no concebía otro modo de actuar. La acreditación de los títulos fue el broche final de ese periodo.
El segundo mandato estuvo más centrado en consolidar itinerarios, propuestas de dobles grados tanto en Psicología como en Logopedia que se materializaron solo en parte, los famosos reconocimientos de los créditos “sanitarios” del Grado para cumplir la orden que regula el MPGS, que supuso mucho trabajo interno de la Conferencia de decanos y que fue relativamente fácil de trasladar las Juntas de las diferentes facultades, habida cuenta del recelo que esta regulación parcial de la Psicología supuso en el sentimiento de unidad de la Psicología académica.
Pero sin duda lo más duro fue afronta la pandemia que nos trajo la COVID-19, fueron días enteros de reuniones preocupados por cómo iba a afectar a la formación de los estudiantes, como gestionar las plazas de prácticas externas, como hacer las evaluaciones, reuniones de horarios interminables para presentar diferentes escenarios posibles, reuniones con el equipo, con departamentos, de Consejo de Gobierno , etc. tratando de gestionar algo para lo que no estábamos preparados y que nos costaba entender. Creo que fue una gran prueba que supimos superar como Facultad y como Universidad.
4.¿Qué aspectos centraron las relaciones de la Facultad con el Rectorado?
Básicamente el reconocimiento de créditos del TFG en una ordenación tan atípica como la nuestra; el reconocimiento de la labor realizada en la Clínica, la dotación de recursos humanos al CIMCYC, cuestiones de infraestructura, adaptación de la Facultad para hacer de ella un espacio accesible, nos colocamos en ese momento en el centro mejor adaptado de la UGR. Y qué decir del adecentamiento de las instalaciones de la Clínica, de la cafetería…
5.¿Con qué aspecto positivo te quedas de aquellos años?
Me quedo con todos, los positivos y los menos positivos. Fueron todos ellos un gran aprendizaje para mí. Las reuniones con mis compañeras y compañeros decanas y decanos de otros centros de la Universidad de Granada, la fantástica relación que pude mantener con mis colegas de la Conferencia de decanas y decanos de Psicología, todas las actuaciones que impulsamos en apoyo y defensa de la Psicología, en cualquiera de sus ámbitos, conectar a la Psicología con la sociedad en momentos puntuales, conocer más y mejor a mis propios compañeras y compañeros, descubrí gente muy valiosa! Me quedo con todo.
6.¿Recuerdas alguna anécdota con parte o con todo tu equipo?
El primer mandato fue sencillamente mágico, conseguimos una conexión magnifica y trabajamos muy a gusto. Recuerdo reuniones de equipo en las que nos daban las tantas y tenían que venir los conserjes porque tenían que cerrar decanato! Los primeros años de actos del Patrón, con contratos conductuales a los estudiantes a cambio de permitirles un barril y música en el exterior del edificio… los primeros actos de inauguración del curso académico, que conseguí arrastrar a muchos colegas a participar y que se pusieran el traje académico. Llenamos de “lilas” la tradicional procesión cívico-académica de Inauguración, y luego, tras la finalización de los actos académicos, nos lo s nos poníamos “moraos” celebrando la inauguración del curso académico. Había un clima muy especial de trabajo, de respeto y de unión.
El segundo mandato fue diferente, hice cambios significativos que se tradujeron en logros concretos en cuestiones de infraestructura, desarrollo de horarios, desarrollo de dobles grados que fue factible en el caso de Logopedia, etc. Nunca tendré suficientes palabras de agradecimiento para cada una de las personas que formaron parte del equipo, sea cual sea el cargo que ocuparon.
7.¿Crees que hay diferencias entre los/las estudiantes que encontraste durante tu mandato y las personas que estudian hoy en nuestra Facultad?
Todos cambiamos, y en los últimos años es más evidente debido a la pandemia y a lo que supuso en la forma de relacionarnos y de entender el proceso de enseñanza-aprendizaje. Pero sinceramente creo que los estudiantes siempre llegan con la misma motivación y ganas de aprender y cambiar el mundo; es cuestión de acercarse a ellos y darles voz, quizás a veces en contra de lo que nos marque la propia inercia acumulada a través de los años que tenemos los profesores y profesoras. Sin duda los estudiantes son nuestra razón de ser, y a ellos y ellas nos debemos. Somos una titulación muy solicitada y elegida como primera opción. Sin duda la pandemia también ha servido para poner en escena la importancia de la salud psicológica y mental, y tenemos que estar a altura de lo que se espera de nosotros como Facultad. Debemos seguir reforzando sin complejos nuestro papel en las Jornadas de recepción de estudiantes, en la noche de la Ciencia, en todos los contextos donde la Psicología pueda estar, debe estar para atraer, apoyar y estimular a nuestro alumnado.
8.¿Cuáles consideras que serán los ajustes que deban hacerse con la irrupción de la inteligencia artificial en las aulas?
La IA es una realidad ya en nuestras vidas. Lo ideal es convertirla en una aliada para la mejora de nuestros propósitos, “la mejora de la calidad de vida de las personas”, cada uno desde diferentes paradigmas y metodologías, pero siendo muy responsables con el uso que hacemos de ella.
Y por supuesto esto no ha hecho más que empezar, el impacto de la IA se verá reflejado en el propio proceso de Enseñanza-Aprendizaje, consiguiendo una inclusión efectiva, porque tendremos herramientas que permitan personalizar la experiencia educativa para cada estudiante; ya está teniendo un impacto en la Investigación, permitiendo análisis de mayor numero de datos y con metodologías más avanzadas que seguro nos ayudaran a abordar problemas complejos. A la gestión de los recursos, y creación de procedimientos administrativos más eficientes, … en definitiva, la IA transformara la Universidad tal y como la conocemos ahora. Yo solo espero que ese progreso imparable, lleve asociado una mayor conciencia ética y responsabilidad en cada uno de sus usos.
9.¿Qué consejos darías a un/a futuro Decano/a?
No me gusta dar consejos, pero considero muy valioso tener la capacidad de gobernar para todos los miembros de la Facultad, los que te han votado y los que no. Creo que es importante considerar ese periodo, no como una oportunidad para uno/a mismo/a, sino para dar oportunidades a los demás, los que tiene voz, los que están infrarrepresentados, los que tiene necesidades especiales, … Es un reto de autorrealización y desarrollo personal y así deberían poder vivirlo.